No es porque me esté divirtiendo de lo lindo. No es porque me rasque la panza todo el día.
He cambiado bastante este verano. Me metí a trabajar. Nunca había trabajado, -excepto ese pequeñito tiempo en puente grande de meritorio- se siente chido ser parte de algo grande, mi despacho es grande, el más grande del mundo. Ya no quiero ser penalista, quizá me lavaron el cerebro pero ahora quiero servirle a una empresa enorme, gigante, huge, bologna, grandota. Tipo Facebook son sus clientes. Lo culero es que no me pagan, el socio de fiscal, que fue mi área durante un mes, siempre se burla de mí con eso, en la comida de cierre de año le dije "Ahora me van a pagar en especie aunque no quieran." y me contestó "Tú chíngale, cabrón, aprovecha y ponte la peda que no te has puesto con el sueldo que no te dan." Es la riata ese cabrón.
Extraño este pedazo de pixeles que guardan mis pendejadas. Siempre quiero escribir algo pero cuando tengo tiempo se me olvida.
Ayer fui padrino, me dio risa porque en toda la misa, una mosca no me dejó de molestar. Sentí que era como el diablo en EL Exorcista y esas movies que salen moscas cuando sale el chamuco. Sin embargo, es bien chingón sentir que un morro te quiere y te ve como ejemplo a seguir. Digo, soy borracho y esclavo de mis pasiones, pero mi lado sobrio es muy prestigioso y enorgullecedor.
Y pues, ahora certifico copias, voy al palacio federal, hago amparos, visito andares todos los días, me visto de traje y me peino de ladito. Además, mi self-confidence aumentó, aunque creo que estoy engordando.
2 comentarios:
Mi papá trabaja ahi junto a donde trabajas.. en un banco que era grande y ahora es pequeño.
Como les pasa a muchos otros abogados.
Espero tu lado sobrio "apolíneo" sea hegemónico ante tu lado dionisíaco señor Venado.
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