
Hoy llegué tarde a mi clase de las 4; cuando llegué, me dijeron que ya nos íbamos (luego descubrí que era broma) así que me senté hasta adelante, para adelantar la salida, y no donde usualmente lo hago.
Total, hay una morra fea como pecado original, de esas que miden medio metro y parecen changas lesbianas... y para acabarla de joder, usan lentes y tienen un pésimo sentido de la moda. Ésta morra era de que me volteaba a ver y me hacía un gesto, así como de 'qué pedo' coqueteándome; hasta para eso es machorra... Yo, como nunca he sido, y trato de no ser grosero, le contesto -con un escalofrío recorriendo mi espinazo- con lo mismo, como si fuera vato.
Así se fueron pasando los días hasta que la empecé a ignorar porque me traía de un huevo, además ni siquiera es buena onda, ¡es una teta!
Hoy, que llegué tarde y me senté adelante, estaba esa morra y otra que hasta hoy supe que iba en mi salón (ya se imaginarán lo invisible que es), y me empezaron a sacar plática, me vieron solo y vulnerable, y valiendo headson listo para irme.
Para fines didácticos, llamemos a la morra Rosa; y a su invisible amiga Carla.
Me dice:
Rosa_ ¿Por qué llegaste tarde?
Carla_ ¡Ay qué metiche! ¡Qué te importa! (Esperando que respondiera)
Rosa_ ¡Es que él nunca llega tarde!
Víctor_ (Haciéndose el tonto, increíblemente incómodo) ¿Qué?
Rosa_ Que ¿por qué llegaste tarde?
Víctor_ Pues, nomás, salí tarde...
Carla_ ¿Ya ves? (A mí) Jiji, lo que pasa es que le gustas.
Rosa_ ay, sí, no sabes.. me muero por él.. (staring)
Víctor_ (Incomodidad TOTAL) ja, je. ja..
1 comentario:
Jaja... sí, esa especie abunda en las universidades.
Son la antitesis de las chicas tetonas con tacones.
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